Claro que la calidad académica es muy importante, tanto como formar personas capaces de entender que vivimos en medio de la diferencia, que se puede ser diferente, pensar diferente, vivir diferente. Esto es la educación multicultural.
¿Qué debe aprender un niño o una niña en el colegio? ¿Basta con leer, escribir, saber las cuatro operaciones básicas, entender de estequiometría y reconocer las leyes del movimiento de Newton? ¿Es suficiente con que además de eso, aprenda también otra lengua? ¿Hay algo más que pueda (y quizás deba) hacer el colegio por cada estudiante?
Desde hace años se habla de la educación multicultural, pero se hace cada vez más importante que los colegios participen de manera activa en la misión de hacer notar a sus estudiantes que el mundo es incluso más grande de lo que ellos piensan. Y no, no estamos hablando de distancias, paralelos y meridianos, sino de la gran diversidad de personas, pensamientos y formas de ser y de estar en sociedad.
Esa oportunidad de entender la coexistencia de varias maneras de ver el mundo, esa multiculturalidad en el colegio, permite que se desarrolle en los estudiantes la capacidad de adaptarse, de ser flexible y de pensar de forma crítica.
Así que sí, la respuesta a todas esas preguntas iniciales es que los colegios pueden hacer mucho más por sus estudiantes brindándoles una formación multicultural, permitiéndoles compartir otras visiones, para que aprendan de ellas. Y eso es lo que hacemos en Bureche.
Hay varias definiciones. La educadora María Cristina Soto Fraga la define, en su artículo Apuntes para la práctica de la educación multicultural en Colombia, como “una propuesta con múltiples matices, significados y alcance que amplía las relaciones entre la escuela y la sociedad, al reconocer la diversidad en la unidad cultural existente en un aula, en la escuela, en una comunidad y el país”. Y el mundo, podría agregarse.
Es pues, tanto una mirada hacia adentro, hacia la riqueza y diversidad cultural del país, como hacia afuera, para comprender lo que otros ojos tienen para contar, que no hay nada como el encuentro con personas de otros países para ampliar los horizontes.
El docente de español de la Universidad de Barcelona, José María Quintana, recuerda en su artículo Características de la Educación Multicultural, una definición del investigador Gajendra Verma, la educación multicultural, dice: “es un sistema de educación que debe tratar de atender a todas las necesidades culturales (privadas y públicas), afectivas y cognitivas de los grupos y de los individuos de todos los grupos étnicos dentro de una sociedad. Esta educación busca promover la paridad.
En parte ya hemos respondido esta pregunta, pero vale la pena reafirmarlo: en la medida en que los estudiantes logran reconocer la existencia de otras culturas y encuentran la manera de relacionarse con estas, se están formando como mejores personas.
Eso ocurre en Bureche School. Desde nuestros inicios, en el colegio hemos contado con la presencia de profesores nativos hablantes del inglés de diferentes países, que comparten con los estudiantes no solo en otra lengua, sino que les aportan la posibilidad de entender sus maneras de estar en el mundo. Profesores de Estados Unidos, de Canadá, de Reino Unido, de Jamaica, de Sudáfrica, … Lugares con diferentes maneras de entenderse y de relacionarse, sitios con historias tan diferentes y ricas que les permiten a los estudiantes una mejor comprensión del otro y de sí mismos.
Así pues, en un momento en que las personas parecen estar aferrándose cada vez más en sus prejuicios, entender que hay muchas y diferentes opiniones, es mucho más relevante, sin olvidar el espíritu crítico y la duda como principio del conocimiento.
Una persona que ha sido formada en la educación multicultural será más tolerante, pues comprenderá la diferencia. Será, también, una persona más abierta a la diversidad, pero sin perder la capacidad crítica.
La educación multicultural les abre a los estudiantes la posibilidad de acercarse a otras culturas y de profundizar en ellas, si así lo desean (y lo desearán, seguro). Conocer de cerca las historias de otras personas y países les ayudará a comprender la propia historia de su país y de su cultura.
Y, finalmente, vale la pena recordar una de las tantas afirmaciones que hace Fernando Savater: “Una buena educación hace saltar las barreras por los aires”. La educación multicultural hace que una buena educación sea aún mejor.